Día de mierda

Hoy es uno de esos días. Un día de mierda. Si el mundo se hubiera ido al carajo, me hubiera dado igual. Y parecía que al mundo yo también le importara un pimiento. Ojo por ojo. No quería saber nada de nadie, ni hablar con persona alguna. Me molestaba hasta el solo ruido de su respiración. Para postre todo ha me ha salido al revés. Asco de vida. Me he encerrado en mi pequeña concha hasta que pasará la tarde  y con ella mis tendencias homicidas.

Estando yo con mi pequeña nube gris encima de cabeza ( incluso salían rayitos tormentosos de  ella, de la mala baba que me gastaba), se ha abierto un pequeño claro. Una compañera de trabajo me ha mirado y con toda la sinceridad que sus ojos eran capaces me ha dicho: ¿Qué te pasa hoy? Tú no eres así.

Simplemente a sido como un rayo de sol entre la nubes. Seguidamente ha sacado un par de conclusiones sobre mí que me han dejado de pasta de bonito ( especialmente porque no me conoces casi nada y apenas hemos tenido un par de  conversaciones insustanciales en el metro). Ha acertado de pleno. Cómo si yo furera un libro abierto ante ella. No daba crédito.Me ha dejado espíritualmente  "en bolas" en un abrir y cerrar de ojos. ¿Tan transparente soy? pensaba. Los ojos se me salían de las órbitas como a los dibujos animados.
Camino al metro y a solas, no he podido reprimirme a preguntar cómo había llegado a tales conclusiones y hemos tenido una agradable charla. Has sacudido mi mundo con tu gesto desinteresado pequeña Maite.
Estos pequeños momentos de intimidad cotidiana, de conexión con otra persona me devuelven al mundo. Me hacen creer que algo bueno hay todo nosotros. Que soy parte de un todo.
Ya a solas en mi vagón me hecho recuento mental de todos mis amigos de lo que cada uno me aporta cada día, de la fuerza, la alegría, los tirones de orejas, el aliento, la ternura el apoyo , esparcimiento, las risas y cuando me ponen los puntos sobres las íes. Y la nube se ha ido deshaciendo.
Al llegar a casa Chusi y su sonrisa  la han hecho casi desaparecer y el encontrara un viejo amigo en el MSN preguntandome porque hacia tiempo que no teníamos una charla profunda, la  ha aniquilado por completo. Todo un ciclo de estado de ánimo en casi 4 horas.
Estos pequeños momentos de intimidad cotidiana, de conexión con otra persona me devuelven al mundo. Me hacen creer que algo bueno hay todos nosotros. Que soy parte de un todo.

Gracias a  todos vosotros. No hubiera resistido el último año de no ser porque estáis ahí escuchando mis neuras y riéndose conmigo y de mí. Sosteniéndome. Me dais la fe para volver a creer en la humanidad cuando quiero aniquilarla, me ayudáis  levantarme cada día y a cimentar el mañana. Sois toda mi fuerza.

 Sé que no  suelo decir normalmente, ya sabeis que no me gusta ser noña, pero sois fundamentales  para mí. Tampoco os agradezco lo suficiente, sólo espero llegar a ser tan buena amiga de ellos como ellos lo son de mí. Y que podais contar conmigo.

 En esta tierra extraña llena de naranjos que a veces se me vuelve gris sois la  familia que he escogido. Allí dónde estén ellos está mi hogar.

DADME UN AMIGO Y MOVERÉ EL MUNDO.